Caracas, 11 de marzo de 2024
El proceso de liberación del Comandante Chávez se desarrolló en varias etapas. El gobierno de Rafael Caldera estipuló como condición que Chávez solicitara su baja militar. A cambio, Chávez exigió el reenganche de los oficiales y participantes en la rebelión, el reconocimiento de sus pensiones y la garantía de igualdad de oportunidades dentro de la institución castrense. En respuesta, él estaba dispuesto a renunciar a su uniforme y a la carrera que tanto amaba.
Durante los primeros días del mes de marzo de 1994, en medio de las intensas negociaciones, Hugo Chávez abandonó la prisión de Yare rumbo al Hospital Militar, donde sería operado para extirpar un pterigión que comprometía su visión. Ahí cumplirá su respectivo reposo. Después del descanso y habiendo recuperado completamente la visión, fue trasladado al Fuerte Tiuna para finalizar los trámites de su baja. Describe este momento en sus palabras: “Caminé y reflexioné junto a la estatua de Bolívar, lloré al pensar en el término de mi carrera militar, sabiendo que en ese momento concluía una etapa de mi existencia, y finalmente firmé la baja. Después, me despojé del uniforme y me vestí con el liquiliqui”
Este episodio tuvo lugar el 26 de marzo de 1994. Tras su reflexiva caminata hacia la estatua de Bolívar, Chávez comenzó un nuevo capítulo en su vida y en la historia de Venezuela, reuniéndose con su pueblo en Los Próceres. Pueblo que hoy lo recuerda con amor y lo sigue reconociendo como su líder.
Fuente: FCEHC
